TONTO EL QUE LO LEA (Publicado en Diario de Cádiz)

Ni Javier Ríos naiz, eta cadiztarra naiz / Em dic Javier Ríos i sóc de Cadis / Chámome Javier Ríos e son de Cádiz

Desde bien pequeño... Perdón, lo diré en en gaditano: Desde que era chico pensaba que si en España había tres idiomas además del español, habría sido bonito aprender cuatro chorradas básicas para viajar al País Vasco, Cataluña o Galicia y quedar de maravilla. Presentarse, pedir algo, despedirse y poder decir que uno necesita ir al excusado o que lo excusen por haber metido la pata inexcusablemente. Esas cosas. Por aquella época, ni idea de que en las Baleares o en Valencia también se habla catalán, creo que ni me lo enseñaron. Qué inocente, tierna infancia. No podía sospechar que en España los idiomas son el más potente y envenenado proyectil en la guerra política interterritorial a la que nos ha condenado el hipertrofiado Estado Autonómico, forzado para acallar voces que usaban precisamente esos tres idiomas además del castellano. Ya pasados los treinta, claudiqué y comprendí que nunca se fomentará la convivencia en su diferencia de los españoles ni a nivel idiomático ni a ningún otro y que lo más probable que consigas si te presentas en catalán en Mérida por hacer la coña es que te pongan mala cara. Esto es del todo comprensible si tenemos en cuenta los patéticos intentos de retar a los catalanes hablándoles en su idioma (con un acento ridículo) del presidente de la Junta de Extremadura. De esta surrealista manera parece que consigue votos en Extremadura. Españita Ladrillita es así de guays: hablando catalán como un zopenco, consigues votos en Zafra o Plasencia. Intentando hablarlo bien por cortesía, seguramente despiertes recelos. Visca!

Y sin embargo, una campaña de publicidad me ha hecho sonreír y recordar tiempos felices de los '80, cuando creía que en España nos queríamos todos y que seríamos un civilizado país europeo en lugar de dedicarnos a encumbrar a políticos que nos enfrentan para asegurarse ellos sus buenos butacones, coches oficiales y pensiones vitalicias. Supongo que en Extremadura, además, excelentes jamones de bellota para toda la vida. Quién pudiera. 

Las anteriores campañas de la cadena  Media Markt nos decían que no éramos tontos yendo a sus tiendas a por la tele o la lavadora. La actual nos presenta un piso compartido por un catalán, un gallego, un vasco, un andaluz... Y algunos españoles no identificados más. "No es país para tontos", reza el eslogan. El catalán lleva gafas de pasta, no podía ser de otro modo. Y el andaluz, no podía ser tampoco de otro modo, hace el ganso y chilla mucho cuando habla. Pero el tono del anuncio es amistoso, los personajes "caen bien". Es significativo que se refiera a un "país" y no "países", o sea, que se debe de referir a España, ya que la campaña se ve lo mismo en Huelva que en Olot. Esta sencilla metáfora del piso compartido es una efectiva manera de conectar con las diversas culturas y sensibilidades que forman ese "supuesto" país en el que los tontos no tienen cabida (entrecomillo "supuesto" porque sólo hay que salir a la calle en Huelva o en Olot para ver la cantidad de tontos que hay en este país. Y si vemos las noticias políticas ya nos tiramos por un puente). Comparten, sí: piso, espacio, risas, convivencia e interés por las lavadoras o teles baratas. Y entonces me da por pensar que en este país de políticos tontos y votantes algo alelados también, una cadena de electrónica de consumo resulta mejor como elemento de cohesión social que toda la política autonómica de nuestra prematuramente envejecida democracia. Se solía decir que la Monarquía también cohesionaba mucho... Quién sabe si la próxima campaña de Media Markt nos presenta al Rey adquiriendo una depiladora intranasal eléctrica y diciéndonos que él tampoco es tonto.

Hay una segunda campaña que, aunque con un tono bastante más de derechona pepera, también intenta aportar su granito de arena a que los españoles de diversas procendencias se sientan reconocidos en la suma de esas partes. Se trata de la marca de vinos que ha lanzado Bodegas García Carrión: "PATA NEGRA" (esta campaña es sin duda mucho más cutre). En una cuidada selección de denominaciones de origen, y bajo esa marca que parece el título de un programa de Intereconomía, la empresa líder en publicidad casposa de este país para no-tontos (desde el primo de Zumosol no nos ha dado tregua) nos propone un cava catalán (embajador de las nacionalidades históricas), dos vinos castellanos (uno de cada parte de la Castilla fragmentada autonómicamente) y un Riojita (excelente exponente de las Autonomías Artificiales). Echo en falta un fino de Jerez o una manzanilla de Sanlúcar, cualquiera diría que Andalucía no pinta nada en este lote de vinos tan "España Autonómica". El eslogan de la campaña es digno del mejor PP catalán o de Ciutadans, el prometedor partido de Albert Rivera, nuestro enfant terrible del bilingüismo: "Pata Negra: la marca que nos une". Vamos, que mejor unidos. Ahora ya saben los vinos que beben en el piso compartido las marionetas de Media Markt cuando quieren hacer botellón antes de salir de fiesta los fines de semana.

Buenas intenciones, buenos caldos, buenas lavadoras, buenos precios, buenas denominaciones de origen, divertidas marionetas del anuncio de Media Markt... Pero demasiado tarde. La política española se ha encargado durante 30 años de Estado Autonómico de centrifugarnos a todos hacia nuestra visión más local y enfrentarnos con la de al lado. Hasta tal punto, que alguna de las que ya estaban algo más al margen, ahora directamente desean salirse del tambor, iniciar su propio programa de lavado y beber sus propios vinos desde la Terra Alta a l'Empordà. Por mi parte, me traigo cuatro cositas de Andalucía y aquí me quedo. Para lo que haga falta. Por la España Autonómica no doy ya un duro y mucho menos por el previsible movimiento recentralizador que se nos viene encima, que sólo servirá para reforzar el poder absoluto de la oligarquía político-financiera de Madrid. Hablando en plata, señores, que si Cataluña se las pira, yo, con ella. Que nos dejen decir.


Y sobre todo, señores de Media Markt, gracias por haberme puesto la sonrisa en la cara, aunque de poco sirva. Les ruego que no contraten nunca al Presidente de la Junta de Extremadura, señor Monago, como asesor de comunicación. Mucho me temo que los muñequitos acabarían descuartizándose con la función de picado extra fino para carne de cañón de sus económicos robots de cocina. Acabarían pareciendo delicadas virutas de Jamón Ibérico extremeño, prestas a ser devoradas por políticos como él durante el aperitivo de cualquier evento que les sirva para lucirse y seguir envejeciendo en las barricas de roble de sus poltronas autonómicas. Aunque sea a base de incitar más y más al despiece de las relaciones con la Autonomía vecina.

Y es que este Estado de las Autonomías es muy gore.

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Comentarios

  1. Per ací puc donar-te millor la meua opinió que al Twitter ;) jo fa molts anys que deixí de creure en el concepte d'Espanya... i si el tinguera seria una mica com el que descrius. I de fet crec que qui realment vulga tindre una Espanya unida hauria d'agarrar el camí del respecte a la multiculturalitat... començant per l'ensenyament. ¿Per què no se'ns ensenyen ni tan sols les paraules més bàsiques, les salutacions, en totes les llengües de l'Estat? No estaria gens malament transformar l'assignatura de llengua castellana per "llengües espanyoles", o potser parlar d'esta multiculturalitat en l'assignatura de Ciutadania, que si no ha desaparegut poc li deu quedar.

    De les dos campanyes publicitàries que esmentes, només he vist la del MediaMarkt, i no sabia què pensar-ne... és cert que no fan servir els estereotips de manera malintencionada, però tot i això, és trist que el andalusos seguim sent els graciosos i els cridaners. Supose que d'això, no ens desfarem mai (i no en seguisc parlant perquè m'ix l'independentisme, haha). Ara, la campanya esta dels vins, tot i ser molt "integradora" perquè s'hi inclou un cava, crec que ha triat un nom massa caspós. A (quasi) tots ens agrada el bon pernil, però... ¿han d'identificar Espanya amb la "pata negra"? Tens molta raó que això sembla tret dels somnis humits d'Albert Rivera.

    Per cert, ¿que el cosí no era de Zumosol? :P

    Una abraçada.

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