CATALUNYA INDEPENDENT ("no publicado" en Diario de Cádiz)

Esta columna fue enviada al Diario de Cádiz en junio de 2012, cuando por primera vez la opción independentista ganaba en una encuesta. Me la devolvieron amablemente.

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Acaba de publicarse a bombo y platillo una encuesta encargada por la Generalitat. La mayoría absoluta de los encuestados están a favor de la independencia de Cataluña, el 51,10%.

Me voy a mojar el culo. Si me hubiesen preguntado, yo estaría a favor deque Cataluña sea un Estado independiente, a mí me parece de lo más natural. Esto es otro rollo y lo sabe todo el que vive aquí. Y aunque los guiris se compren muñecas de flamenca de Marín en el aeropuerto de Girona, esto no es “como el resto-de-España”. Claro que con tanta terracita, tanta paellita y tanta tortilla de patata uno puede creer que sí, sobre todo si se limita a tomar el sol y emborracharse. Pero no. No me quiero ponerespeso con la historia diferenciada hasta los Reyes Católicos, el comienzo en 1714 de los tres siglos de dura asimilación a lo castellano, la burguesía afrancesada del XIX (cuyos descendientesfueron luego fueron muchos unos buenos fachas) o la Cataluña actual bien diferenciada del modelo de otras autonomías. No hace falta darle tantas vueltas, tras un tiempo aquí y con los ojos abiertos hacia los catalanes, los españoles y el resto de Europa, uno tiene una visión (por supuesto personal y subjetiva), y esa visión devuelve una imagen clara: Esto no es España. Al menos no la España que nos quieren imponer desde Madrid a todos (andaluces incluidos). Y escribo esto después de una semana en la capital del Reino, el contraste bien marcado.

Yo quiero independencia a saco, basta ya de suplicios como el Estatut o ahora el jardín este del concierto económico a la vasca. Si total, todo seguirá igual luego. ¿O alguien se cree que en Cádiz dejaremos de ir a visitar al señor Roca (sanitarios de Vilafranca del Penedès) o que en Girona dejarán de comer tortilla de patata? Anda ya, hombre, cuatro banderas, el catalán poco a poco hablado por todo quisque y ya está. Nos mezclaremos todos en las calas de Mallorca y de negocios en Madrid y los catalanes nos vendrán a ver a Los Caños como los gaditanos irán a visitar la Sagrada Familia. Todo como hasta ahora. Y tan tranquilos todos, por favor. El resto ya se encargarán los políticos de enmarañarlo todo igual que lo hacen ahora. Miren la cruzada que tiene la Junta de Extremadura contra Cataluña, debe de darles algunos votos ser así de zafios y banales. En Extremadura debe de dar votos hablar catalán como un zopenco y encima para descalificar.

Se trata al final de que aquí se pueda decidir qué hacer con los trenes, los hospitales, la educación y cómo esta tierra se relaciona con el mundo que la rodea… Poco más, y ni mucho menos. Para todo lo demás, los políticos.

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gracias por leerme.
Javier