EL PRECIO Y LOS DINEROS (II) (Publicado en Diario de Cádiz)

En esta zona del Eixample barcelonés, muchas señoras mayores catalanas llevan una vida solitaria en pisos alargados de 120m2, decadentes como sus vidas. En su soledad, se dedican a pasear sus chuchos, quejarse de sus vecinos (sobre todo si son de alquiler) y contemplar con amargura la triste debacle del comercio del barrio. Sus vástagos se fueron hace ya décadas a Sant Cugat y hacen la compra para sus chalés en algún centro comercial del Vallès. O la encargan, como hacían ellas en el ultramarinos modernista que chapó para siempre. Pero esta panadería es una excepción: abrió hace poco y parece que va bien. Observo el desfile de vecinos comprando el pan mientras currantes de la zona comemos al mediodía. Una de las dependientas, paisana de Sevilla, atiende con un tono alegre y cálido, muy nuestro, hasta a la más gris y deprimente vieja de l’Eixample, como ha ocurrido hoy.
La señora se ha acercado a pedirle la cuenta y mi paisana, tras mirar su mesa, le canta el precio de un cortado. La mujer replica que era un café solo, unos céntimos menos. Mi paisana, con paciencia, le enseña los tres tamaños de tazas que hay: solo, cortado y con leche. La vieja, quejosa y despectiva, aún pregunta para hacerse la digna por la diferencia de precio entre los diferentes precios de cada tipo de café. Yo siento vergüenza ajena. Como en una escena patética de humor negro, la mujer se regodea en los numeritos, los decimales, los céntimos… ¡Le ha faltado preguntar por la capacidad de cada taza en centilitros! Mientras mi paisana se aguantaba la cara de limón, yo veía como esta columna se escribía sola en mis narices.
Al comentar la jugada, mi paisana me decía que no me podía imaginar la cara con que la vieja la miraba. Desgraciadamente, sí que me la imaginaba: la cara del asco, del desprecio y del hastío… de la miseria interior, no de la cuenta del banco. En este barrio la he visto ya más de una vez. No me puedo imaginar a una señorona andaluza humillándose así por ahorrarse 5 céntimos. Y seguro que a muchas les hacen más falta los 5 céntimos. Es verdad que en nuestra tierra se lleva mucho aparentar… Como mi paisana ha tenido que aparentar no cagarse en los muertos de la vieja.

Publicado en el Diario de Cádiz


si t'ha caigut malament, abans d'encendre't sisplau llegeix-ne la primera part, ironia sobre diners, andalusos i catalans:

"el precio y los dineros (1ª parte)"



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gracias por leerme.
Javier

Comentarios

  1. Sólo la Duquesa de Alba, entre otros latifundistas, ha hecho más daño a Andalucia durante años que una guerra. Probocando la emigración de sus gentes muertas de hambre a tierras más generosas. Pero tu sólo ves lo que te interesa. Porque eres un racista anti catalan.

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  2. Hola, Arnau,

    veig que encaixes molt bé una mica de sentit crític enversa Catalunya, deu ser que trobes que els catalans sou tots perfectes, simplement.

    Et recomano que llegeixis més del meu bloc. De fet, sóc independentista i m'has insultat.

    seria sà que un català no reaccioni així per posar-li al davant una anècdota real. Perquè, t'agradi o no el que hi explico: això va suceïr tal qual o explico.

    Pots llegir:

    "catalunya idenpendet"
    "Tristeza Nacional"
    "Café para todas"
    "Feliç 2013, Catalunya"

    i veuràs fins a quin punt l'has cagat rei
    :-)

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