OTRO CÁDIZ EXISTE (publicado en Diario de Cádiz)

Tomando un té en la librería “La Clandestina”, en José del Toro he comenzado estas Navidades una inesperada ruta por la “emprenedoría” gaditana de nuevo cuño. La RAE no ha creado el término en castellano aún. Que se ponga las pilas, porque aquí en Cataluña lo repiten como un mantra, con raíces en la identidad catalana y con aplicación práctica en la resolución del mayor drama del  2013 que acaba: el paro. Emprenda usted, genere su propio empleo. Arriesgue, apueste, luche por su idea, pelee y si pone coco y corazón seguro que sale bien. Con esa buena idea y quizá la ayuda de dinero familiar, junto con la ahora tan en boga capitalización del subsidio por desempleo, un parado puede convertirse en un flamante empresario, movido por el noble impulso de la “emprenedoría”. 

Cuando me despedí de Lola de la Clandestina (uno de los más bonitos establecimientos de nuestro casco antiguo tan maravillosamente surtido de comercio local), doy con Gades Beer y la cerveza Maier. Cádiz vuelve a producir su propia cerveza local, que hasta aderezan con miel de la sierra de Grazalema. Mi hermano compra hierbas para infusión en El Templo del Té, donde le aconsejan y nos atienden de maravilla, con un surtido que da gloria. La calle José del Toro, transversal y alternativa a nuestra “Calle Inditex” Columela, está plagada de tiendas en las que da gusto comprar a gaditanos y saber que el dinerito se queda en casa y no en una multinacional. Arriba del todo tenemos chocolates Pancracio, bandera del Cádiz de alto nivel y calidad. Nada menos que en el Paseo de Gracia venden sus chocolates aquí en Barcelona. Hasta  en Bahía Sur, Abraham, ex-bombero del Ayuntamiento de Cádiz afectado por el ERE a los interinos, ha montado su franquicia de telefonía móvil y está pletórico. Da gusto verlo vender, es un crack comercial. ¡Si se me quema el piso que vuelva de bombero que seguro que era igual de bueno apagando fuegos!  Abraham animaría a los gaditanos a que se pongan por su cuenta si tienen una idea y ganas. ¿Faltaría un cambio de mentalidad? En la idiosincrasia gaditana actual no está muy arraigado este concepto de “emprenedoría”. Ni siquiera lo podemos decir en nuestro idioma.... Nos vamos a tener que hacer un poco catalanes para algunas cosas.

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