PERVERSION.ES (publicado en Diario de Cádiz)

RECUERDO la primera crisis que me tocó vivir, el año 1993. Un país centro del mundo por un momento, de bajón tras los 'fastos del 92'. Fueron años de decepción, la corrupción afloraba en nuestra inocente Democracia post pelotazo y mirando atrás ahora me doy cuenta de que la gente estaba 'quemada'. En Francia se publicó un extenso reportaje sobre Cádiz, el título era algo así como "Cádiz, viaje al corazón del desempleo en Europa". En aquel reportaje se nos comparaba con una especie de Brasil (de entonces): una tierra pobre y atrasada que suplía la falta de perspectivas laborales y económicas con alegría y sonrisas… Qué perversa imagen de complacencia que ha calado tan hondo en nuestra tierra. Empezamos a perder la inocencia y a pervertirnos de forma irremisible: se acabó el buen rollo de los ochenta, aguantando una clase política crispada y que jugaba al enfrentamiento como mejor argumento para conseguir votos. Y la sociedad lo permitía. Se estrenaba 'Tómbola' en Canal 9 y nuestra vida política se convertía en otra tómbola. Sin luz y sin color. 

Hace ya tiempo que la perversión es descarada e insultante. Pero a los pervertidos españoles deben de gustarle los insultos: La conspiración del 11M, la cadena de radio católica devota del Dios del exabrupto, una garrula descontrolada con pinta de yonqui es la princesa del pueblo y los valencianos votan fervientemente a políticos que se pagan sus trajes y construyen aeropuertos "para las personas". Hasta el Rey tuvo que pedir perdón por su perversión africana. Incluso hay una cadena televisiva en la que el debate político se ha pervertido hasta el extremo de no haber diferentes puntos de vista en el mismo. Qué perverso decir defender la unidad de España y no parar de atacar a cierta parte de su "querida" nación española: irrenunciable, pero llevándola al límite de lo que nadie puede soportar y haciéndola desear cada vez más marchar y que la dejen tranquila. En su perversión consiguen, atacando a la zona en la que saben que nunca ganarán, notoriedad y votos afines en las zonas que ven en ellos los garantes de la unidad. Bonita forma de defender el entendimiento y la armonía territorial. Bye bye, Au revoir… Adéu.


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gracias por leerme.
Javier