CAFÉ PARA TODAS (Publicado en Diario de Cádiz)

El acento de Cádiz Antiguo no es igual que el de Puerta Tierra y resulta que uno de La Viña se ha ido a vivir a Cortadura y ha salido en “Andaluces por el Mundo”. No me vayas a comparar tú el señorío de Sevilla con el duende y el embrujo de Graná. (también es muy diferente el acento hispalense del de la capital de la Alta Andalucía). Altozanos de Castilla, Altarias por vías de alta velocidad altamente infrautlizadas. Altamira. Carabanchel Bajo, Bajo Cinca y bajos instintos en red radial. Es que viaja uno por la península y se da cuenta de lo diferentes que somos, ¡vaya descubrimiento! En el norte llueve y hace fresco todo el año, ¿lo sabían? Y parece que en el Valle del Ebro y en la misma Andalucía de las nieves hay desiertos. Hay unos tipos por el norte que hablan un idioma con muchas K y parecen que son un poco brutos pero simpáticos. Son diferentes pero caen bien. Los de Vigo odian a los de Pontevedra, los de Oviedo a los de Gijón, los de Jerez a los de Cádiz y los de Badajoz a los de Cáceres. Ni que decir que los de Tenerife odian a los de Gran Canaria. Todo lo anterior valídese en viceversa también y sin olvidar que los de Plasencia se creen más castellanos que extremeños, los muy pijos. Debe ser que todos los castellanos son unos pijos… O unos fachas, directamente. Chulos madrileños, prepotentes y con el cerebro rodeado de autopistas de circunvalación: M-30, M-40, M-45, M-50… Todo gira en torno a ellos o al menos eso piensan y asisten perplejos a la transversalidad de un país celta, íbero, moro y suramericano a partes desiguales. Qué sueño sería igualarlo todo. Un país de muchos países mal hilvanados pese a las intenciones capitalicias en forma de km 0. Algo falla. En Madrid lo piden “del tiempo” y en Cádiz, “natural”. El cortado de Valencia es un sombra en Málaga y si quieres un “manchaíto” prepárate a explicar lo que es. Yo en Barcelona pido el café con leche largo de café para que se parezca al del resto de… España.

Café para todas, por favor. Para todas las Autonomías, para cada casa, café. Y nos dicen que lo bonito es la diversidad. Sí, sí, bonito para los políticos que no paran de usarla para enfrentar y conseguir votos azuzando a los bipolares votantes de su feudito. Todos españoles, con la roja, con dos cojones pero siempre dispuestos a tirar a matar contra el vecino.

Pero los peores son los que están entre los arrozales del Ebro y las cumbres del Pirineo. Esos de la ele palatal y las dobles eles al final de las palabras como Sabadell. ¡Esos dicen que se quieren independizar! ¡Me cago en die…cisiete! ¿Qué se creen? A ver, que aquí nos odiamos todos pero todos Españoles no vaya a ser que España se rompa por su culpa, no por la que no paran de despedazarla autónomamente. Ahora toca hacerse cruces y del café para todos parece que se quiere pasar al “aquí se va a acabar el café”. Para todos. Otra nube de leche helada sobre los catalanes. Cabe recordar que hasta que Andalucía no la lió parda, se plantearon solo tres autonomías: la vasca, la catalana y la gallega. Se trataba de reconocer con estas Autonomías las diferencias y las especificidades de estos territorios dentro del Estad. Ni mejores, ni peores: diferentes y reconocidas como tal. Gran parte de lo que ahora nos mueve en Cataluña a favor de la independencia viene de esa falta de reconocimiento por parte de los españoles, cuando no abiertamente desprecio. Económicamente, la independencia es una aventura bien incierta pero es que esto nace del corazón aunque siempre se diga que aquí piensan solo con la cartera.

En plena orgía autonomista, se llega a esperpentos como Los del Campo de Gibraltar, que quieren fundar otra provincia más o Jaén, Granada y Almería donde existe un  partido (PRAO) que promulga la secesión de Andalucía Oriental en una nueva Comunidad Autónoma dentro de España. Otra más para odiar y meter caña. Más poltronas, más sillones. Todo bien. Los baleares, los valencianos hablan el mismo idioma nasal que los del gorrito rojo pero no molestan.  No, solo ellos son el chivo expiatorio de toda la locura en la que se ha convertido este país de identidad caleidoscópica forzada em urmas de metacrilato. Ellos, que siempre tuvieron muy clara la suya, la defendieron con temple y nunca la impusieron a nadie. Más bien sufrieron de imposiciones y de improperios.

Ya tenemos culpables de todos los males de España. Zapatero y luego estos putos catalanes. Les parecerá bonito. Hay que pararles los pies con tanques o lo que haga falta.

Y así, mientras tanto, España entretenida puede seguir sin mirarse adentro con seriedad y repensarse territorial y administrativamente.  El problema viene todo de una parte que reclama el reconocimiento de su diferencia, nunca de las 15 o 16 partes que nunca debieron ser y que estarían encantadas de la vida todas juntitas revoloteando alrededor de M-30, M-40, M-45, M-50…

Una vez me dijeron ¿cómo va a funcionar un país en el que hay cincuente formas diferentes de pedir un café con leche? Cincuenta, no sé, pero desde luego que diecisiete son demasiadas… Tomaré también un par de Ciudades Autónomas “pa llevarme algo a la boca con el café”.

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Javier